En la cuadrícula de calles y avenidas de la isla de Manhattan en la ciudad de Nueva York, algunas calles son más anchas que las otras. Las calles 14, 23, 34, 42, 57 tienen 100 pies de ancho, en lugar de 60 como las demás, en estas calles hay paradas de metro y los coches circulan en ambas direcciones.
Entre todas estas calles dobles, destaca sin duda una de ellas, la Calle 42, que de alguna forma marca el epicentro de la ciudad y divide Manhattan por la mitad.
La Calle 42 da título a uno de los mejores musicales de todos los tiempos. La película del 1933, creada durante la gran depresión, es una historia de músicos y coristas, personajes que llegan a la ciudad en busca del éxito y no siempre lo consiguen. Sus números musicales con decenas de bailarines perfectamente sincronizados dejaron huella para siempre en el cine musical. Cincuenta años después de su estreno en los cines, se estrenó en un teatro en Broadway, en Nueva York en forma de teatro musical. En un teatro de la calle 42 se estrenaba el musical Calle 42, es decir, la película de Hollywood sobre el teatro musical se hacía de alguna forma realidad en el lugar en el que la historia transcurría.
Y es que eso es la Calle 42, el lugar donde los sueños se hacen realidad.
Si nos vamos al extremo este, en la orilla del East River, el primer edificio de la calle 42 es el de la sede central de Naciones Unidas. Después de las dos grandes guerras mundiales, el sueño de un mundo en paz llevó a la fundación de este organismo de naciones y el mismo Rockefeller cedió los terrenos para la construcción de ese gran edificio en el que se sueña y se trabaja cada día para que los gobiernos de los países del mundo convivan en paz.
Si continuamos caminando nos encontramos con el Chrysler, el sueño de un fabricante de automóviles que quiso construir un rascacielos art decó donde exponer sus coches y albergar sus oficinas, y hacerlo además en un edificio que fuera el más alto de la ciudad. En el Chrysler los detalles con forma de radiadores o neumáticos conviven con águilas y gárgolas. Hoy en día, poder disfrutar de la majestuosidad de este edificio es para muchos visitantes hacer realidad su sueño.
Un poco más adelante llegamos a la estación central, la estación también es uno de los edificios de la calle 42, y si en un edificio de la ciudad se pueden tocar los sueños quizás sea en el hall de esta imponente obra arquitectónica.
La biblioteca pública, Bryant Park… ¿podríamos soñar si no existieran los libros y no tuviéramos lugares tranquilos donde sentarnos a leerlos?
Seguimos por la calle 42 y llegamos al cruce con Broadway, estamos en la esquina suroriental de Times Square, este es el inicio de la Autopista Lincoln, la primera carretera que cruza los Estados Unidos y que fue concebida y mapeada en 1913. Por ella millones de emigrantes europeos que llegaban a Nueva York por mar se adentraban en un país, un lugar nuevo, en el que iban a hacer realidad sus sueños.
En la 42 está Times Square, y en esta plaza, que es sobre todo un cruce de caminos, las pantallas de luces que brillan día y noche convierten a Nueva York en la ciudad que nunca duerme. Alrededor de Times Sq, entre las calles 54 y 40 y la sexta y la octava avenida, están los cuarenta teatros que conforman lo que hoy en día llamamos Broadway. El género musical es aquí el rey y si Hollywood es la meca del cine, el corazón de la calle 42 es la meca del teatro musical. Asi lo lleva siendo desde hace más de cien años y como cuenta la película Calle 42, no todos los que vienen aquí buscando un sueño lo consiguen, pero si sueñas es aquí donde tienes que estar.
Como siempre, alucinante! 👏🏻👏🏻👏🏻
Inspirador ✨